Quiero hacer una
lista.
La lista más larga
del mundo.
Con todas las
decisiones que me han traído aquí.
A este momento.
En el que cierro
los ojos.
Y sólo los abro
ante el manantial que los amenaza.
Quiero eyacular
sobre un papel la inseguridad de mis ideas antes de dormir.
Vomitar todo eso
que pienso y nunca digo.
Quiero dormir a
pierna suelta. Tranquilo.
Drenaje.
Quiero ser
consciente de que esto no solucionará nada.
Y hacerlo igual.
Hasta que una
sombra negra se apodere de mis manos.
Exhausto.
Y pensar, pensar,
pensar.
Si el cuerpo tendrá
memoria de un dolor pasado.
Sí. Como si el muy cabrón supiese más que tú.
Con sus células,
músculos y huesos reorganizados.
Para que no seas
feliz.
Para que no se te
olvide que aquello que un día sufriste, sigue ahí.
Lo que te rompió el
corazón.
Ahí.
Inerte pero
latente.
Dispuesto a joder
hasta la última de tus sonrisas.
Hasta que la muerte
os separe.